los grises montes
juegan al escondite
la niebla pasa

vaga en la noche
persiguiendo su sombra
polilla de luz

entre las ruinas
tomillo y romero...
y algun recuerdo

abuelos al sol
niños tras la pelota
la misma tapia

el relámpago
ilumina mis ruinas
por un instante

a mediodía
crujen los carámbanos
caen de maduros

sentado en zazen
los pensamientos arden
junto al incienso

se va la mantis
sobre las ramas secas
tras el otoño

la hiedra asoma
entre chopos desnudos
llegó el invierno

volamos bajo
prisioneros del aire
pájaros de luz

la senda avanza
por la naturaleza
serpenteando

noche de truenos
cual perro tembloroso
busco tu abrazo

junto al basural
bajo pesadas moscas
crecen haykus

viento nocturno
repartiendo sueños
por las rendijas

sembrado el jardin
de esperanzas y hojas
desnuda el alma

nace otro día
masticando la nada
la vieja noria