En Euskalherria, hace 58 años, se abrió un paréntesis... y aún hoy no sé si me arrojaron o simplemente nací. Eran tiempos de oscuridad. Luché por crecer cuanto me dejaron. En la desesperada búsqueda de la verdad, descubrí que mis raíces crecen en toda tierra, que un solo mar son los mares y que todas las sendas llevan al corazón humano. Me gusta jugar con letras y con tiempos, que es la mágica manera de sacar de la chistera del azar, flores, conejos y palomas, con los que cruzar los espejos de los sueños.
Tal como los hombres también los viejos pinos se sienten pesados y hacen de la nieve su almohada donde lloran sus penas.
ResponderEliminarUn beso
Flor
se ve que el invierno ha llegado a tu valle... y lo ha hecho por la puerta grande
ResponderEliminarLa nieve ya pronto se sacudirá de las ramas y volverán los trinos a habitarlas ....besos
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